¿Qué es el edadismo y por qué nos afecta a todos?
El edadismo es esa discriminación por razón de edad que afecta a miles de personas en el mundo. Es esa barrera invisible que nos dice que a cierta edad ya no aprendemos, no sumamos y no valemos lo mismo.
Si envejecer ya es complicado, hacerlo con una discapacidad intelectual puede convertirse en un verdadero desafío.
En muchos casos, al cumplir cierta edad, las puertas que antes estaban abiertas comienzan a cerrarse:
● Menos acceso a atención médica adecuada.Se minimizan sus síntomas o se asume que ciertos problemas de salud son “normales a su edad”.
● Menos oportunidades laborales o educativas. Se asume que ya no pueden aprender ni aportar.
● Menos opciones para una vida independiente. En lugar de seguir impulsando su autonomía, se les sobreprotege o excluye.
El problema no es la edad ni la discapacidad. Es el abandono de quienes aún tienen mucho por dar.
Atletas senior con discapacidad intelectual: ¿qué pasa cuando dejan de competir?
Un atleta senior no deja de ser atleta cuando deja de competir. Su cuerpo y su mente siguen necesitando movimiento, reconocimiento y comunidad.
En muchos casos, los atletas senior que han dedicado su vida al deporte se encuentran con una realidad difícil de afrontar: la falta de oportunidades para seguir activos, la invisibilidad y, lo más duro, la sensación de que la sociedad ya no espera nada de ellos.
Sin actividad, sin estímulos, sin independencia
Dejar de competir no significa que un atleta deje de moverse. Pero muchas veces, cuando las estructuras de apoyo desaparecen, el acceso al deporte se vuelve casi imposible. Sin un espacio donde entrenar, sin la guía de un entrenador y sin un equipo con quien compartir el esfuerzo, la actividad física pasa a un segundo plano. Y esto tiene consecuencias graves:
● La salud física se deteriora. Sin entrenamiento, aparecen problemas de movilidad, sobrepeso y enfermedades.
● El bienestar emocional se ve afectado. Muchos atletas senior experimentan tristeza, ansiedad y una sensación de pérdida de identidad al dejar de competir.
La inactividad trae consigo tristeza, ansiedad y pérdida de autoestima.
● La independencia se reduce. Sin rutinas de ejercicio y sin un entorno que los motive, el envejecimiento se acelera. Un cuerpo fuerte permite seguir haciendo tareas diarias sin depender de otros.
El deporte ha sido para estos atletas un pilar fundamental de su vida, una fuente de alegría, motivación y logros personales. No podemos permitir que, al cumplir años, ese derecho desaparezca.
¿Qué podemos hacer? La solución está en la continuidad

El problema no es la edad, es que no les estamos dando alternativas para seguir activos.
Si dejamos de ver el deporte solo como una cuestión de rendimiento y empezamos a entenderlo como una herramienta de bienestar, encontraremos la solución.
Mantenerse activos más allá de la competencia
La solución no es dejar de moverse, sino adaptar el deporte a cada etapa de la vida. Aquí algunas ideas importantes:
● Programas de actividad física adaptada: Crear espacios donde los atletas senior puedan seguir entrenando, con intensidad adaptada a sus capacidades.
● Deporte recreativo e inclusivo: No se trata solo de ganar medallas, sino de disfrutar del movimiento en equipo, manteniendo la motivación.
● Papel de los entrenadores y familias: Motivar y acompañar en la transición de la competencia a una actividad física sin presiones.
Seguir siendo parte de la comunidad deportiva
Cuando un atleta deja de competir, no debería dejar de ser parte del equipo. Hay muchas maneras de seguir participando:
● Como entrenadores o mentores: Transmitiendo su experiencia a los más jóvenes.
● Como embajadores del movimiento: Compartiendo sus historias e inspirando a otros.
● Como voluntarios en eventos deportivos: Manteniéndose conectados con la comunidad que tanto les ha aportado.
● Y muchos otros roles significativos: A través de nuestro programa de Liderazgo de Atletas, empoderamos a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo a ser líderes dentro y fuera del campo de juego.
La inclusión es para siempre
En Olimpiadas Especiales, seguimos trabajando para que nadie se quede atrás. A través de roles significativos, nuestros atletas de edad mayor pueden seguir siendo parte del Movimiento, brindando su experiencia y conocimiento a nuevas generaciones. Porque la inclusión no tiene fecha de caducidad.
No podemos hablar de inclusión real si dejamos fuera a quienes han dedicado su vida al deporte. Un atleta senior sigue siendo un atleta. Y merece las mismas oportunidades para seguir en movimiento, sentirse parte de un equipo y vivir con dignidad y propósito.
Si tú también crees en esto, súmate a la causa