Los niños con ASD (por sus siglas en inglés) o, como se les suele llamar, los niños con TEA (trastorno del espectro autista) tienden a estar haciendo algo todo el tiempo. Suelen ocuparse con programas de intervención conductual durante toda la semana y algunos acuden a ergoterapeutas y logopedas (los profesionales capacitados para ayudar a personas discapacitadas a través de terapias de diversos tipos).
Pero son muy pocos los que practican regularmente algún deporte.
Expertos en todo el mundo están demostrando que el ejercicio físico ayuda a los niños con autismo a desarrollar habilidades de comunicación. Estos estudios concluyen que la práctica de un deporte mejora el desarrollo de habilidades sociales en niños con autismo
Terapias y programas conductuales tradicionales
Las terapias y programas diseñados para niños autistas abordan las destrezas sociales, la atención, el sueño, el juego, la ansiedad, la interacción con los padres y conductas desafiantes. Básicamente se centran en enseñar a los niños a hablar, mantener el contacto visual, sentarse tranquilamente a la mesa y comportarse en sociedad.
Sin embargo, la actividad física no suele estar incluida en estos programas de intervención tradicionales y casi no dedican tiempo a los juegos activos. Por eso es muy importante resaltar la petición que Meghann Lloyd, profesora asistente de ciencias médicas en la Universidad de Ontario (Canadá), hace a los padres: “no olviden que además de esto, los niños deben llevar un estilo de vida activo”.
Por lo general, no hay mucho movimiento en la vida de un niño o un adolescente con autismo. Casi no dedican tiempo a los juegos activos en las terapias y con la llegada de las computadoras y tabletas suelen pasar muchas horas sentados.
La vida sedentaria en las personas con autismo, además, suele generar problemas de peso. Si lo comparamos con sus compañeros neurotípicos, tienen el doble de probabilidades de tener sobrepeso y cinco veces más probabilidades de volverse obesos.
El deporte en niños y jóvenes con trastorno de espectro autista.
En un estudio de 2015, a la pregunta ¿Crees que aprender a jugar juegos deportivos y practicar deportes es demasiado difícil? Todos los encuestados neurotípicos respondieron negativamente a esta pregunta, y alrededor del 16% de los participantes con trastorno del espectro autista coincidieron en que sí, es muy difícil para ellos.
Hay que tener en cuenta que más del 80% de los niños con TEA tienen dificultades para realizar actividades que requieren coordinación ojo-mano: tallar, jugar a la pelota, etc. y suelen evitar los deportes debido a esas deficiencias motoras. Y en el caso de los adolescentes con autismo muchos evitan los deportes de equipo debido al miedo y la incapacidad de interactuar con sus compañeros, así como a la dificultad para comprender y seguir las reglas del grupo.
Por esta razón es muy importante guiar y ayudar a las personas con TEA a iniciarse en algún deporte y darles el apoyo necesario durante su práctica, tal y como hacemos en los programas de Olimpiadas Especiales.
El deporte ayuda a desarrollar habilidades comunicativas¡
Pensemos en todas las habilidades sociales que se pueden entrenar a través del juego: tomar turnos, juegos de roles, comunicación verbal y no verbal, roles sociales.
Expertos de todo el mundo han demostrado que durante los juegos deportivos los niños y adolescentes desarrollan la capacidad de turnarse y la comunicación verbal y no verbal. Y la evidencia científica confirma que estas importantes habilidades sociales se entrenan cuando el proceso se divide en pequeños pasos y hay apoyo visual.
Realizar regularmente ejercicio físico en el marco de un deporte puede lograr los mismos objetivos que las terapias de autismo más establecidas. Mejoran las habilidades motoras, mejoran la comunicación, la atención, la resolución de problemas de comportamiento y las habilidades académicas.
Existen estudios que evidencian que cualquier tipo de actividad física, desde yoga hasta danza libre, mejora las habilidades de interacción social, motricidad y comunicación.
Por tanto, el ejercicio beneficia a los niños con TEA tanto como a sus pares neurotípicos.
Programa de Atletas Jóvenes de Olimpiadas Especiales
En el programa Atletas Jóvenes de Olimpiadas Especiales se entrenan no sólo habilidades motoras y coordinación de movimientos, sino que también se desarrollan habilidades sociales.
Nuestros atletas con TEA muestran un interés mucho mayor en la interacción social y la conciencia social. La clave para el éxito de las actividades del programa está en el proceso de aprendizaje que es suave y estructurado. Es más fácil para los atletas con autismo participar en deportes si las reglas se dividen en partes pequeñas y comprensibles.
El ejercicio físico cuando se practica bajo las reglas de un deporte beneficia a los niños con TEA tanto como a sus pares neurotípicos. El deporte genera más seguridad en uno mismo y por lo tanto, aumenta la autoestima en todos los participantes, sean neurotípicos o no.
Desde Olimpiadas Especiales contribuimos diariamente a mejorar la calidad de vida de todos nuestros atletas usando el deporte como la clave para el bienestar social y la inclusión en todos los niveles.
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